PLEGARIA POR LA NIÑEZ

Pidamos por los niños y niñas del continente
porque en ellos está puesta nuestra esperanza
estas semillas de humanidad que se siembra
en esta América Latina que busca la paz tan anhelada.

Niños y niñas diversos en colores y tamaños
llevando siempre ternura en su rostro y en sus manos
Haciendo de la vida un juego y de sus sueños un canto
para mostrarle al adulto en que nos equivocamos.

Niños y niñas que aprenden entre libros y cuadernos
el respeto por la vida y la defensa de sus derechos
a recibir con ternura los cuidados de maestros
de tutores y familias que acompañan sus procesos.

Niños y niñas que marchan por caminos polvorientos
cumpliendo largas jornadas, para llegar al colegio
arriesgando su vida, por barrancos y puentes viejos
motivados tan solo, por lograr cumplir sus sueños.

Niños y niñas campesinos, que despuntan con el alba
a arañar a corta edad, con sus manos la labranza
con piel curtida por el sol, pero con el alma intacta
de sembrar en los adultos, el sentido de esperanza.

Niños y niñas que crecen, entre casas cual colmenas
en las lomas de ciudades que forman las periferias
haciéndole quite al hambre y otro tanto a la miseria
van cual hormiguitas marchando, cada mañana
a la escuela.

Niños y niñas golpeados por el flagelo de la guerra
despojados de su risa y también de su inocencia
obligados a vivir separados de su tierra
y de sus padres que a diario, con cariño los esperan

Niños y niñas que deambulan sin rumbo por la indolencia
de una sociedad que vive sumida en la indiferencia
ellos pidiendo agritos una voz que los defienda
y les de esa mano amiga para salir de la miseria.

Niños y niñas que tejen con ternura nueva tierra
dan renuevos y esperanza y razón a nuestra espera
aportando con esfuerzo, con amor, con entereza
el impulso necesario para alcanzar nuestra meta.

Este es nuestro compromiso vital que nos hemos forjado
con la niñez que tenemos caminando a nuestro lado
unidos podremos todos llegar a ver realizado
ese sueño de ternura por la niñez del pueblo
latinoamericano.

Por: Orlando Moreno G

Fe y Alegría de Colombia