Manyanet Bogotá: Historia revelada
Manyanet Bogotá: Historia revelada
Cuando el sendero nos dirige a las puertas del Colegio Padre Manyanet, se evidencia la silueta del Observatorio Astronómico “Estrella de Belén”, sitio arquitectónico que nos da un despliegue metafórico del astro que guía el nacimiento de Jesús. Éste entorno nos lleva a concebir el nacimiento del colegio, el 16 de mayo de 2009, donde las raíces de un proyecto educativo concebido por nuestro fundador: José Manyanet, empieza a fortalecer y profundizar los cimientos en Bogotá.
Nos remontamos al año 2009. Éste año de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas se denominó el año internacional de la reconciliación. Y como Dios no deja cabos sueltos, es el año que capta la atención del colegio para gestionar una comunidad de paz, de valores basados en respeto y tolerancia, de consolidación de deseos en la formación de generaciones pasadas, actuales y futuras que hacen posible la convivencia y la comunicación civilizada. Desde allí, el enfoque del colegio ha tenido un aporte estratégico: formar familias al servicio de las familias. No se puede lograr reconciliación si no se sustentan esfuerzos determinantes por forjar proyectos de vida en valores humanos al servicio del Evangelio.
Revivir una historia revelada del Colegio Padre Manyanet nos lleva a ver los resultados y avances que provienen del aporte de todas las personas que se han vinculado a nuestro proyecto educativo, un recuento fiel de lo ocurrido; desde la memoria de quienes meditan actualmente ese arraigo institucional, los funcionarios con nombre propio Nancy, Gloria, Oscar, Jairo, Fanny y Floralba actúan con actitud protectora como respuesta correspondiente y estimulada al proyecto contemplativo de la familia. Habrán partes que no han sido contadas, pero cada inspiración del colegio nos abre a una lectura de la vivencia de la familia desde Nazaret. Desde que la institución se puso en marcha con la bendición de la Congregación, ha existido esa capacidad de asombro, de servicio, de adquisición al sentido de vida, de prácticas creativas de los estudiantes, de prácticas emocionales de padres y madres que han confiado sus hijos y sobre todo, de luces a calles oscuras que indudablemente afectan a nuestra sociedad. 
Las raíces empezaron a forjar formas, y es así, como tenemos egresados al servicio de la comunidad, egresados que regresan a casa con hijos para nutrir el ciclo, egresados dignos que aumentan la densidad del valor de la confianza y que retornan con un reconocimiento hacia su colegio en sinónimo de agradecimiento. Durante éstos diez años han tenido origen nuevas formas para fortalecer la vida académica y la gestión administrativa, cambios que han traído provecho a la población estudiantil, ligados al tiempo y a las circunstancias. En un lapso de 5 años desde el inicio del Colegio, tuvimos la primera certificación de calidad, y eso no nos ha detenido, sino al contrario nos ha llenado de recursos para innovar e inquietarnos por mejoras significativas. La identidad manyanetiana ha sido visible en padres y madres, que experimentan día a día la satisfacción de pertenecer a una macrofamilia.
Una historia de diez años nos deja ver una historia de persistencia, de tenacidad y de gran amor transformador en la educación. Resulta muy gratificante como Rector afirmar mis sinceros agradecimientos a la Congregación de Hijos de la Sagrada Familia, al equipo humano, a los estudiantes, a los padres y madres de familia, a los diferentes actores que han hecho posible que la estrella de belén brille con luz de esperanza a quienes reciben y comparten nuestro proyecto educativo.
Autor: P. Nelson Eduardo Aguillón Ramírez
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